La necesidad de exaltar los sentidos, volver a encontrar la capacidad de apreciar la vida, con alegría y plenitud. Esto supone la vuelta a la naturalidad del ambiente doméstico, a la plena armonía entre nosotros y el mundo que nos rodea. Todos los acabados en madera de nuestras cocinas cumplen esta búsqueda del bienestar mediante el tacto de las superficies: la sensación de calidez y de la forma de la materia que vamos rozando con la mano nos despierta unas agradables sensaciones ancestrales.
Las maderas de nuestras cocinas, además de garantizar una estética atemporal, son completamente saludables; de hecho están protegidas por un barniz al agua del que se han eliminado totalmente los disolventes aromáticos, grandemente cancerígenos.
Las maderas de nuestras cocinas, además de garantizar una estética atemporal, son completamente saludables; de hecho están protegidas por un barniz al agua del que se han eliminado totalmente los disolventes aromáticos, grandemente cancerígenos.