El mosaico es arte, paciencia y cuidado por el más mínimo detalle. Ya lo sabían los antiguos romanos, los bizantinos y antes los sumerios. Como en la creación de una joya preciada, los de Valcucine valoramos y, junto con nuestros artesanos, seleccionamos con esmero los materiales más idóneos: cantos rodados blancos y mármoles naturales, pasta de vidrio para jugar con las transparencias, teselas de cerámica o esmaltes que ofrecen la más extensa gama de colores, hasta las piedras duras, para un efecto final aún más sugestivo, místico, precioso.